El mundo no cambió.
Me impresiona el afán nuestro de mirar hacia afuera.
Incluso cuando la consigna global es detenerse, regresar a casa y quedarse ahí, el foco sigue estando afuera. Vasta seguir medios tradicionales o redes sociales para escuchar al mundo entero (declaración confesamente exagerada) decir que el mundo cambió, que las cosas allá afuera jamás serán iguales.
Por un lado, sembrando incertidumbre, con todo lo que ello significa para el bienestar mental y emocional del ser humano, y por otro y más importante, convirtiendo el fenómeno en algo absolutamente externo, que sucede allá, fuera de nuestro control, sobre lo que no tenemos gobernabilidad alguna.
Si bien el cambio es una necesidad, y al final la afirmación de que “todo cambio” es una suerte de mecanismo de presión que estimule el cambio en los ciudadanos del mundo, también es cierto que no es completamente honesto.
El mundo afuera puede haber cambiado, pero sí tú no cambias lo que te corresponde cambiar, tu mundo particular va a ser el mismo. Y como has de suponer, tus resultados también (y eso en el mejor de los casos pues si no te adaptas podrían ser peores).
Los desafíos de los que hoy estamos más conscientes tenían rato allá afuera, invisibilizados para muchos. Hoy escuchamos más al planeta, pero que quede claro, él lleva rato gritando. No está más necesitado ahora de una mayor conciencia sobre el resto de los seres vivos y la naturaleza, por ejemplo. El mundo ha estado necesitado desde hace mucho de esa atención, solo que ahora muchos más e inevitablemente, le estamos escuchando.
El mundo no cambió a una era signada por las plataformas digitales, ya contaba con ellas desde hace mucho, aunque algunos sectores lo ignoraran y otros, peor aún, no tuvieran acceso.
iEl mundo no cambió! cambió la perspectiva que tenemos sobre él. Y eso nos brinda una oportunidad extraordinaria. Si hoy podemos verle distinto, quizá una conciencia diferente esté operando. Una más amplia, más solidaria, más responsable, más sostenible.
Entonces, aunque el mundo siga igual, no habrá vuelta atrás, porque si tú cambiaste, y en consecuencia modificaste la forma de verlo, al menos el territorio que tú gobiernas tiene la esperanza de un futuro mejor.
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