Residencias Ámerica
Vivimos en el mismo edificio, unos más arriba y otros más abajo. Cada cual en pisos y apartamentos con diferentes características y perspectivas, según su altura y diseño… Pero todos en el mismo sistema. Recorrerlo entero es una experiencia extraordinaria, pero negada a la mayoría de sus vecinos.
A algunos pisos llegas con facilidad; solo es cuestión de subir algunas escaleras, hasta encontrarte con puertas de apartamentos abiertas de par en par, como a la expectativa de cualquier visita, siempre bienvenida. Mientras, a otros pisos no podrás pasar. Sus accesos están bloqueados con puertas de seguridad que bloquean las escaleras primero, e impiden al acceso al pasillo común después.
Los hay unos más iluminados que otros. Unos que siempre escuchan música y conversaciones alegres, otros perfectos para subir a relajarse acompañados por el silencio que les habita.
Pero hay otras diferencias… A unos les llega agua purificada ininterrumpidamente. Mientras otros deben subir por las escaleras baldes que, gota a gota, van dejando marcado el camino de los menos favorecidos. En algunos viven muchos, en otros viven pocos, pero todos viven en el mismo edificio. Los del penthouse, y los del sótano. Los que tienen una bonita vista, y los que tienen las ventanas rotas. Los que tienen aire acondicionado y calefacción, y los que lo necesitan. Los que generan mucha basura, y los que separan los desechos reciclables. Los que viven para trabajar y los que trabajan para vivir.
Todos compartimos este mismo lugar. Y no nos damos cuenta. Hemos construido accesos directos a nuestros pisos. Hoy hay más escaleras externas y más ascensores privados que nos hagan coincidir menos. Y aunque parece ser mejor para cada familia, la hermosa torre ya no luce tan bien.
Hemos seguido el modelo de una urbanización con otros cuatro edificios de distinta antigüedad. Uno mas y mejor organizado que el otro, cada cual en sus luchas. Algunos con condominios en formación. Otros en esa búsqueda.
¡Pero atención! Vivimos en la más joven de las torres, la denominada América. La misma que llamaron “el nuevo mundo” con la esperanza oculta de que lo hiciéramos distinto. Desde tu barrio, edificio o urbanización, ¿estás dispuesto a hacerlo?